"El mundo no se hizo en el tiempo, sino con el tiempo"

San Agustín

domingo, 22 de febrero de 2015

Viviendo unidos-de Marta Querol


Si hay alguien con una trayectoria inmejorable, esa es sin duda Marta Querol. Como ella misma dice, "comencé a escribir por necesidad, sacando tiempo de las noches en vela para extirpar del alma lo que me oprimía el pecho, y esas líneas me mostraron el camino". Ese impulso le dio un primer fruto: finalista del Premio Planeta del año 2007 con la novela "El final del ave fénix". Desde entonces no ha parado.
En este caso Marta se dignó a escribir un relato corto para la antología "Leyendas de la caverna profunda", aunque el tema fantástico no es lo que ella toca habitualmente. En este caso, sin embargo, como la fantasía tiene esa amplitud tan poco definida en sus límites, cuadra perfectamente. Digamos que la protagonista y Ernesto viven una relación...algo extraña...
Disfrutad de su lectura, pues.


Viviendo unidos

Desde hace un tiempo que no soy capaz de calcular, cada día al levantarme siento que no estoy sola. Bueno, es cierto que no estoy sola, vivo con Ernesto, pero no me refiero a eso porque, cuando me levanto, él nunca está. Madruga mucho. Es una sensación extraña. Cuando voy a incorporarme, la sábana parece abrirse sin que yo llegue a levantarla; las zapatillas se acoplan a mis pies y una cálida sensación me abriga cuando me ciño la bata camino de la cocina.
Soy mujer de costumbres y repito la misma rutina desde hace años, pero ahora esos gestos tienen otra inercia. Tal vez sean imaginaciones mías. Por ejemplo, al ir a poner el pan en la tostadora, me lo encuentro puesto. Pensé que era un detalle de Ernesto antes de irse, como el café que me recibe humeante, pero cuando pienso en bajar la palanca para que comience a tostarse veo que ya está funcionando, sin saber cómo. Es como si cada pensamiento mío se materializara un segundo antes de que vaya a moverme. Desde que habito aquí todo es diferente; si no fuera porque lo percibido me reconforta, me hubiera asustado.
Tan solo me inquieta una cosa, la figura que me devuelven los espejos, pálida y ojerosa, realizando mis movimientos. No veo mi imagen. Al principio era como una nube, o como si el vaho de la ducha se hubiera adherido al espejo adoptando una forma humana. Poco a poco fui percibiendo los rasgos de un hombre que me resultaba familiar. Creo que es un efecto óptico por la luz de este baño, los fluorescentes no me gustan, le dan a todo un baño de frialdad muy feo. No me importa no verme, en realidad no quiero verme. Desde el accidente me da miedo mirarme. Pero no me gusta ese efecto óptico del espejo. La expresión de ese hombre me provoca una honda tristeza que llega a oprimirme la garganta. He querido comentarlo con Ernesto, pero no coincidimos.

Hoy, como siempre, he llegado temprano a la oficina. Las mesas están vacías, con ese orden desordenado en el que se abandonan la víspera cuando todos salen corriendo hacia sus casas; ya no las ocupa nadie. Ya no veo a nadie.

Marta Querol (fragmento de "Viviendo unidos", relato perteneciente a la antología solidaria "Leyendas de la caverna profunda", que podéis conseguir donando sólo 1€ aquí )



Marta Querol (breve biografía)

Marta Querol nace en Valencia y estudia Ciencias Económicas y Empresariales.
El final del ave fénix, su ópera prima, queda finalista en el Premio Planeta de 2007, y se convierte en un bestseller cuando su autora decide publicarla en formato digital.
Columnista en el periódico Las Provincias durante cuatro años, participa en diversas publicaciones, programas de radio y tertulias culturales.

Su cuento El niño que se convirtió en Rey Mago formó parte de la primera antología benéfica Ilusionaria, y su segunda novela Las guerras de Elena ha sido editada por Ediciones B y en 2013 llegó a las librerías, obteniendo un notable éxito de ventas. Actualmente se encuentra inmersa en la tercera parte de la trilogía, aunque todavía no hay fecha de salida.
Para más información, visita su web www.martaquerol.es
También puedes seguirla en las redes sociales: Facebook (Marta Querol Benèch) y twitter (@Marta_Querol).

martes, 3 de febrero de 2015

Lama Sabachthani?- de Daniel A. Franco

Si hay alguien que me ha sorprendido desde que le conocí en los foros varios, es Daniel A. Franco, un médico pediatra estadounidense que se dedica a escribir en sus ratos libres. Siempre me ha sorprendido por su perspicacia e inteligencia, a parte de la facilidad y fluidez de sus escritos.
Supongo que para él esto es un pasatiempo, y ojalá lo siga siendo por muchos años, para que siga deleitándonos con sorpresas literarias como esta.
Pido que os dejéis llevar al mundo de batallas épicas y seres extraterrestres como los que a continuación hallaréis. No tiene desperdicio el relato, perteneciente a la antología "Leyendas de la caverna profunda".

Lama Sabachthani?

Lo veo parado allí, apuntando al firmamento con la hoja de la espada. Entre chispas y centellas, me deslumbra con el brillo ocre del filo cruel del metal, objeto escaso y precioso. Lo único que me viene a la mente es: «¡Maldición!, Nk me salvó de nuevo…».
Como Guardia de la aldea debería estar furioso con Nk, un simple Artesano de Bendiciones, que por tercera vez haya acudido a socorrerme —y de hecho a salvarme la vida— cuando los Quiltros atacaron la empalizada que rodea a la aldea.
Para atacar, los Quiltros antes aprovechaban el resplandor cuando salen las tres lunas llenas, cosa que por fortuna no sucede seguido. Las noches son demasiado oscuras como para merodear en nuestro mundo repleto de barrancos mortíferos, y de día el resplandor azul de nuestra estrella furiosa causa estragos en la piel mutante de esos malditos Quiltros.
Antes, cuando llegaban a atacar, los Quiltros solo trataban de meterse en las alacenas de las granjas para comerse los hongos y verduras que cultivamos en las grietas de los barrancos. De vez en cuando trataban de comerse al ganado. Nuestros rechonchos y lanudos n’t’ks son tan mansos que ni siquiera berrean cuando los Quiltros descienden entre ellos y hacen matanza. No obstante, a lo largo de los últimos diez días ha ido aumentando la fiereza de los Quiltros, llegando al punto en que han atacado aldeas a pesar de que no haya ni una sola luna en el firmamento.
Atacaron nuestra aldea apenas hace cuatro días. Yo estaba haciendo mis rondas nocturnas de vigilancia en las granjas cuando escuché un gran tumulto en las partes altas del barranco, donde tenemos nuestras guaridas. Me apresuré y al llegar allí vi que un grupo de tres o cuatro Quiltros trataban a toda costa de entrar en la cueva donde el clan Ektr’k habitaba. Los mayores se valían de implementos caseros para tratar de repeler el ataque, pero como ninguno de ellos eran Guardias, no contaban con ninguna arma ni con la fortaleza suficiente para defenderse. Vi que en el parapeto de la cueva ya yacían algunos cuerpos, críos entre ellos.

A pesar de que los Quiltros eran peligrosos y mataban sin miramientos a cualquiera que se encontraran a solas, más bien se acobardaban cuando alguno de nosotros, los Guardias de la aldea, los enfrentábamos con nuestras afiladas lanzas y macanas de hueso, y nos rehuían. Este ataque era algo inaudito.
La indignación me llenó más que el temor y arremetí contra los Quiltros. La sorpresa estaba a mi favor, y pude atravesarle la espalda al Quiltro más cercano antes de que se diera cuenta de mi embestida. Pero al escuchar los chillidos agonizantes de mi primera víctima, el resto de ellos giraron para enfrentarme. Me di cuenta de que tendría serios problemas. Todo mi coraje y odio comenzó a esfumarse y comencé a sentir temor. Pero me dije a mí mismo que la Gente dependía de la Guardia para su seguridad, y mi determinación retornó, a pesar de estar consciente de que era muy posible que no sobreviviría esta contienda. Cuando el primer Quiltro se me vino encima, yo resistí lo mejor que pude, asestando fuertes golpes con mi macana y picando con la lanza lo que sea que estuviera a mi alcance.

Daniel A. Franco (fragmento de "Lama Sabachthani?", relato perteneciente a la antología solidaria "Leyendas de la caverna profunda", que podéis conseguir en su versión digital donando sólo 1 € para Save The Children aquí


Daniel A. Franco (Breve biografía)

Es uno de escasos seiscientos y pico intérpretes médicos profesionales con certificación a nivel nacional (del inglés al español); labora en uno de los mayores hospitales pediátricos en los EE. UU.; reside en Dallas-Ft. Worth; está casado y tiene hijos; a veces escribe.
Recientemente ha sacado a la luz una novela titulada "Mister N" que podéis conseguir aquí(aparte de su participación en varias antología como la ya nombrada)
Blog: http://levedesliz.blogspot.com/ Twitter: @levedesliz email: prose.o.plasia@gmail.com